Jones confesó el pasado mes de octubre que mintió a las autoridades estadounidenses en noviembre de 2003 cuando negó haber usado sustancias para mejorar su rendimiento competitivo. Así, reconoció haber empleado esteroides en varias ocasiones antes de Sydney'00 y después. Karas señaló que con esta sentencia envía un mensaje a los atletas que han utilizado drogas y han prescindido de valores como "trabajo duro, dedicación, labor en equipo y deportividad". "Los deportistas en la sociedad tienen un estatus elevado, ellos además inspiran y quizá, lo que es más importante, son modelos", apuntó.
Esta sentencia es otro golpe definitivo para Marion Jones, quien llegó a ser la referencia del atletismo mundial desde que alcanzó la cima en los Mundiales de Atenas'97 y que hizo historia en los Juegos de Sydney'00, en los que se convirtió en la primera atleta que ganaba cinco medallas -tres de oro y dos de bronce-. La IAAF aprobó en octubre pasado la descalificación de Jones, la anulación de todos sus resultados posteriores al 1 de septiembre de ese año, y la devolución de todos los premios y medallas conseguidas desde esa fecha, cuyo importe calcula en un millón de dólares.