...Ser atleta, he ahí la gran cuestión. Suena bien, y sin embargo es algo simple. Ningún otro deporte como éste. El atletismo engendró a los demás, salvo al ajedrez, y de todos ellos ha tenido satisfacciones. Nació desnudo y a la intemperie, y seguramente por ello es más entrañable e inspira sentimientos religiosos y una buena dosis de ternura...


19/5/09

Pista de atletismo "Walter Zaconteguy"

Se realizó el pasado sábado 16 de mayo en el Campo Municipal de Deportes, la imposición del nombre “Walter Zaconteguy” a la pista de atletismo.
Un merecido homenaje a una persona que brindó gran parte de su vida a este deporte, con pasión, dedicación y mucho entusiasmo.


Estuvieron presentes familiares, atletas, ex-atletas y amigos en un sencillo pero emotivo acto.
Si bien el tiempo no acompañó de la mejor manera, esto no fue impedimento para la realización tantas veces postergada.

Previo al acto, un grupo de atletas recorrió la pista y luego hicieron una vuelta simbólica por las calles de la ciudad.
Participaron ex alumnos de Zaconteguy, y deportistas de otras disciplinas y de otras ciudades. Entre ellos Pedro Laplace, Mario Franco, Walter Martinez, Roberto Rizzi, Analía Carrizo, Mauricio De la Iglesia, los tresarroyenses Cristian Olivera y Antonio Martinez y la bahiense Marcela Greco.


Luego de anunciar las autoridades, familiares y demás asistentes, se procedió a dar lectura a la ordenanza Nº 1609.
Posteriormente el Intendente Miguel Gargaglione y el Presidente del H.C.D. Juan Laborde le hicieron entrega de una copia de la ordenanza mencionada a Walter Zaconteguy.



Luego de mencionar algunos de los principales logros de los atletas entrenados por Zaconteguy, el atleta Roberto Rizzi se dirigió a los presentes.
Las palabras mencionadas le son propias a otra persona que pudo continuar en su momento, aprender y querer a este deporte tanto como lo hizo Walter, el Sr. Pedro Laplace:

“…Hoy nos encontramos en el Campo Municipal de los Deportes para imponer a esta pista el nombre de Walter Zaconteguy y homenajear a un hombre que dio todo por el atletismo, dedicando muchas horas de su familia para estar con nosotros.

Habitualmente cuando pensamos en imponer un nombre, lo primero que hacemos es pensar en el gran deportista pero nunca nos detenemos a pensar en la persona que estuvo junto a él para enseñarle los primeros pasos como atleta.

No tuvo impedimentos para enseñarnos, fue en una calle, en una plaza, en una cancha de fútbol o en una pista de tierra, hasta entrenábamos con las luces de su auto en la noche. Nada fue obstáculo para alguien que sabe lo que quiere y siente por un deporte de tanto sacrificio individual como es el atletismo. El sabía que para nosotros no era fácil venir a entrenar, las tentaciones eran varias, entre ellas los deportes en conjunto, las rondas de mates con los compañeros, venir hasta el campo de deportes, en bicicleta y viento en contra... Donde faltábamos ahí estaba para recordarnos que teníamos que entrenar. Sabía que nuestro sacrificio soportando frío, calor, viento, valía la pena. Siempre nos decía “más importante que vencer al adversario es el triunfo sobre sí mismo”. A pesar de que es un deporte individual siempre nos hizo sentir que éramos parte de un grupo.


Un momento muy lindo para todos nosotros eran los viajes. No sólo era ir a competir, sino pasar un lindo día compartiendo con mucha gente y reencontrándonos con los del viaje anterior. De un lado a otro corría para inscribirnos, para mirarnos competir y corregirnos, como así también tenía tiempo para alentarnos. Al final del día llegaban las postas y ahí estábamos todos listos para hacerla. Era nuestro fuerte a cada lugar que íbamos. A pesar de ser siempre una delegación chica San Cayetano se destacaba siempre por las postas. Todos esperábamos que Walter nos convocara para viajar. Nos decía: “quien cumplió con los entrenamientos?”. Los grupos eran de 50 atletas aproximadamente y sólo podían viajar 20.


Todos los años hacíamos torneos en San Cayetano y recibíamos cerca de 500 atletas en cada reunión. Walter trataba de llevarnos a todos los torneos posibles y nadie quería faltar a los torneos que organizaba él. Era el esfuerzo de padres, atletas y amigos, todos ayudaban para que nuestro torneo fuera el mejor, a pesar de tener una pista de 320 metros y de tierra.
En el año 1996 la Federación Atlética de Provincia de Buenos Aires nos designó para realizar el Campeonato Provincial de Preinfantiles, logrando ser un éxito el mismo.


No fue una tarea sencilla para Walter, pero supo sembrar en la mente y en el corazón de todos nosotros, la educación para lograr seres humanos responsables, íntegros, creativos y respetuosos de los valores de la convivencia humana. Ante todo supo respetar nuestros tiempos, primero estaba nuestra formación y luego nuestra proyección como atleta. Es muy importante tener esto en cuenta, en un mundo tan competitivo donde no importa como lograr el éxito. Nos cuido como atletas y como personas.

Como recuerdo de su paso por el atletismo y llevando a lo más alto del podio a San Cayetano a nivel sudamericano, nacional y provincial nos deja:

45 campeonatos provinciales
25 subcampeonatos provinciales
3 récords provinciales
5 Campeonatos Argentinos
1 Récord argentino
4 subcampeonatos argentinos
3 subcampeonatos sudamericanos

Por todo esto y por todo lo que nos dejaste como persona, muchas gracias…… AMIGO”


A su turno, Pablo Barrio, tuvo palabras de agradecimiento y destacó “la hombría de bien” por sobre todas las virtudes del agasajado, y reconoció la importancia de hacer este tipo de homenajes en vida y recordó el compañerismo y los valores inculcados por el entrenador ya retirado.

Acto seguido Walter Zaconteguy, acompañado por los Coordinadores de la Dirección de Deportes y Recreación, Pablo Tesone y Leandro Magret, y el Intendente Miguel Gargaglione, descubrieron el cartel donde figura el nombre de la pista de atletismo.


Para culminar, se entregaron presentes a los atletas Mauricio De la Iglesia, Cristian Olivera, Antonio Martinez y Marcela Greco.